Desde el 13 de octubre de 2025, los viajeros procedentes de países fuera de la Unión Europea, como Brasil, ya no recibirán el sello físico en el pasaporte al ingresar al espacio Schengen. Será reemplazado por el Sistema de Entrada/Salida (EES), que moderniza el control fronterizo en los 29 países del bloque.
Cómo funciona el nuevo sistema
El EES registrará electrónicamente la entrada y salida de los visitantes no europeos, recopilando datos como hora, lugar, imagen facial y huellas dactilares. El objetivo es hacer las fronteras más seguras y eficientes, además de evitar fraudes o estancias irregulares.
Durante la fase de implementación, que se completará en abril de 2026, algunos puestos fronterizos aún podrán utilizar sellos manuales de forma complementaria.
Qué cambia para los brasileños
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El pasaporte ya no será sellado al ingresar.
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En el primer punto de entrada, será necesario un registro biométrico (foto y huellas).
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El límite de estadía de 90 días en 180 será controlado automáticamente.
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Con el futuro ETIAS, los viajeros deberán realizar un registro previo y pagar una tasa (unos 20 euros) para obtener una autorización válida por hasta tres años.
El fin simbólico del sello
El clásico sello del pasaporte, símbolo de los viajes internacionales, desaparecerá para dar paso a un control totalmente digital. Europa inaugura así una nueva era de fronteras inteligentes y tecnológicas.