Conocer Italia es, sin duda, el sueño de muchas personas, especialmente de quienes están en proceso de obtener la ciudadanía. Pero, en lugar de limitarse a las grandes ciudades como Roma, Venecia o Milán, vale la pena explorar pueblos y pequeñas ciudades que revelan el verdadero encanto de Italia.
Conoce algunas:
Orvieto (Umbría): construida sobre una colina de toba volcánica, Orvieto encanta con sus callejones medievales, vinos locales y su impresionante catedral gótica. Es un destino perfecto para quien desea disfrutar la auténtica atmósfera italiana sin el ajetreo de las grandes ciudades.
Alberobello (Puglia): famosa por sus casitas de piedra en forma de cono, llamadas trulli, es Patrimonio Mundial de la UNESCO. Su encanto está en las pequeñas calles blancas y en el ambiente acogedor del sur de Italia.
Matera (Basilicata): conocida por las antiguas casas excavadas en la roca los Sassi di Matera, es uno de los lugares más singulares del país. Combina historia milenaria y una belleza única, ideal para quienes buscan una experiencia auténtica.
San Gimignano (Toscana): llamada la “ciudad de las torres”, conserva su arquitectura medieval y ofrece vistas impresionantes de los viñedos toscanos. Pasear por sus calles empedradas es como volver atrás en el tiempo.
Cefalù (Sicilia): a orillas del mar Tirreno, esta pequeña ciudad siciliana combina playas encantadoras, cultura y gastronomía mediterránea. El centro histórico y la catedral normanda son paradas obligatorias.
Visitar estas ciudades es descubrir una Italia que va mucho más allá de los destinos turísticos más conocidos.